Desde hace una semana somos una alumna/ niña menos y una chica en prácticas más en mi clase. Me parece muy sorprendente que a mitad de curso se pueda cambiar uno tan alegremente de centro. Desde el principio de curso he tenido

1º una incorporación

2º otra incorporación de una niña que vino de otro país

3º una baja (la niña que se incorporó en primer lugar y que nadie sabe dónde se encuentra)

4º una incorporación de un niño que se cambió de centro

5º una baja de una niña que se cambia de centro

Y la chica de prácticas, pues la verdad, es una ayuda. Evidentemente no va a dar las clases mientras yo me tumbo a la bartola mirando cómo pasa la vida, pero me ayuda un poco cuando la cola de niños con dudas no acaba nunca, así que es un alivio!! Se quedará con nosotros hasta mayo, pero esto, los niños lo ven como algo definitivo en el tiempo (es curioso cómo funcionan las nociones de espacio-tiempo en las mentes infantiles)

No recuerdo la primera vez en mi vida en la que pronuncié la frase «yo me independizo a los veintisiete», pero ya digo que ésto lo he repetido bastantes veces a lo largo de mi vida. El caso es que aquí estoy, con veintisiete años, y ¿qué podía hacer? Pues pedir una hipoteca, claro. Así que sí, estoy en este punto.

A ver, no penséis que he pensado en independizarme ahora que tengo la edad justa! Ha sido pura casualidad, pero mira, llegará abril y con él las aguas a miles y un futuro hogar. No están nada mal las cosas ¿verdad? El sábado ya fui a dar una señal.

La verdad es que no puedo quejarme demasiado, pero un poco sí que si no la vida es demasiado aburrida!!

¿entendéis ahora mi estado de nerviosismo??

Os invitaría a todos este verano, pero mejor venis en grupos reducidos, no vayamos a asustar al barrio!!

Según la RAE

nervioso, sa.

1. adj. Que tiene nervios.

2. adj. Perteneciente o relativo a los nervios.

3. adj. Dicho de una persona: Cuyos nervios se excitan fácilmente.

4. adj. Dicho de una persona: Inquieta e incapaz de permanecer en reposo.

5. adj. Fuerte y vigoroso.

Según elpais.es:

Sinónimos

1. excitado
2. agitado
3. alterado
4. desasosegado
5. inquieto
6. intranquilo
7. histérico
8. neurasténico
9. brioso
10. impetuoso
11. vigoroso
12. fogoso

Seguiremos informando…

uf!!

 

¿Sabeis qué? Después de escribir mi anterior entrada me sentí mucho mejor. No tenía tantas preocupaciones ni estaba tan sumamente asfixiada y agobiada.

Escribir aquello no fue un error porque fue terapéutico, porque lo escribí en un «momento de calor». No lo pienso en realidad! Es decir, sí, tengo mis preocupaciones, claro, pero estoy ilusionada con empezar una nueva etapa (aunque no sepa bien cuándo aparecerá el principio de esta etapa)

Escribir aquello no fue un error porque me sirvió para chillar en al mundo y soltar una pesada carga que es más molesta que real. Si alguno habéis leído esa entrada antes que ésta que estoy escribiendo, pido disculpas si os he preocupado, porque no me siento mal. Me siento triste, claro, pero muy ilusionada con mis futuras paredes, mis futuras ventanas y demás :DD

asfixia

Estaba releyendo lo que escribí en mi blog el 8 de Septiembre del 2007. En aquella entrada explicaba lo mal que estaba en Elda, en mi destino definitivo como maestra. Nueva ciudad, nueva especialidad (me pusieron a dar clases de primaria cuando yo soy de logopedia), lejos de mi familia, lejos de mi novio.

Continúo leyendo el 3 de Octubre y me encuentro con que estoy desesperada porque, encima del marronazo de tener el grupo que me han colocado, que tiene un nivel bajísimo, me endosan a una polaca y a una italiana que no conocen el idioma.

Pero, oh, vaya, el 26 de Noviembre me encuentro con que he pasado de tener una horrible clase de 3º en la que los niños no saben escribir, a llamarlos «mis niños».

Tres meses tardé en darme cuenta de que lo que yo pensaba que era poco menos que el infierno iba a ser un grupo de críos genial. Sí, claro, con sus defectos, pero genial al fin y al cabo.

Esas polaca e italiana que me llegaron resultaron ser unas niñas adorables, casi hechas adrede para mí, divertidas y muy muy inteligentes. Esos niños que no sabían leer pasaron dos años conmigo y algo avanzamos, aprendimos la P, la M y alguna que otra más porque al final, resultaba que ellos tenían ilusión por aprender, pero en casa les daba lo mismo. Y el resto del grupo resultó ser un puñado de niños que siguen viniendo a mi clase después de acabar de dar clase en la suya para verme y contarme sus peripecias como niños de 5º que son.

Y yo misma he evolucionado. He aprendido a vivir sola. A hacerme mi casa, mi comida y mis paseos a comprar alimentos y productos de limpieza varios. He madurado.

Y me he hecho una vida. En el cole, con un grupo de maestros hemos hecho piña. Somos una pequeña familia. Y noto que, a pesar de que yo sea «la friki» y «la rara» como me dicen a menudo, me quieren, me valoran y me respetan. Me río mucho en el cole, y fuera de él cuando quedamos de tanto en tanto para cenar o tomar café, que algunos tenemos un horario casi ministerial, jeje. ¡¡Pero si tenemos hasta grupo en facebook!! Somos lo más, somos seráficos!

Todo este rollo que he soltado es una introducción, nada más.

1 hora y 42 minutos con el tiempo que me separa en coche del lugar donde quisiera seguir trabajando unos cuantos años más del lugar donde a partir de mañana voy a buscarme una casa para vivir.

136 Kilómetros del lugar donde tengo una vida hecha del lugar donde tengo que empezar a construirme una partiendo de poquito.

Si estando en Elda me costó tres meses comenzar a sonreír y ver las cosas positivas hasta el punto de no querer irme, me imagino que, estando con Flat, aquí amoldarme me costará menos, pero… ¿es de verdad preciso que deje el colegio?

Me costó un mundo sentirme parte de él y ahora no sé que me pasará cuando salga de allí. No quiero pensarlo. No puedo dejar de pensarlo. No puedo dormir mientras lo pienso. Y me siento asfixiada. Porque nadie me promete que lo mismo que estoy viviendo en mi cole lo pueda vivir en otro. Porque mis compañeros de la carrera me tienen envidia. Porque todos quisieran tener lo que tengo yo, y me lo dicen. Claro que hay una posibilidad de que el nuevo colegio que me toque sea igual que el Seráfico, mejor no, porque no es posible.

Me siento asfixiada porque me agobia pensar que dejaré mi cole, en el que me siento en casa, porque es mi casa, pero sobre todo me siento culpable de que la tristeza por dejar el colegio quiera ser mayor que la alegría por comenzar una nueva vida en mi propia casa. Porque tengo unas ganas inmensas de irme a vivir con Flat!!! No deseo otra cosa!!! Pero irme a vivir con él significa irme cerca de mi familia y su familia y lejos de mi cole. Vamos, a 136 kilómetros que son demasiados para hacer cada día en coche o en tren. Así que comenzar una vida en común, que me apetece tanto, siginifica romper con una vida que me he construido en tres años y que valoro muchísimo. Y me falta el aire.

Me falta el aire.

culetes, culines, culazos

He ido a comprar. De las tres cosas que quería comprarme, he comprado solo dos y un poco de otra. He comprado un paraguas y un vaquero (pantalón vaquero) ¡¡bien!! y he comprado una camisa de manga corta, cuando lo que quería era un jersey ¡¡regular!!

De este rato tengo que comentar dos cosas:

* COSA 1: Están asfaltando y ampliando las aceras del centro de Elda y está todo tan nuevo y tan sin usar que parece que estoy andando por «El show de Truman» o por cualquier otra ciudad ficticia o plató televisivo

* COSA 2: El culo me está menguando. Corrección, no es que mi culo esté menguando, sino que toda yo menguo. A ver, sé que si me veis en directo me direis que estoy flaca, pero os aseguro que mis piernas se han acortado!! Estoy toda yo más pequeña y minúscula, con lo que la ropa me queda grande, absolutamente toda, me tengo que poner tirantes en las bragas (imagen triste donde las haya) De todos modos hoy me he visto en el espejo… ¡y me siento guapa!

¡¡¡Mañana tengo comida importante y estoy contenta contenta!!!!

Decisiones

Decisiones

Mi futuro es lo que está por venir. El minuto siguiente de mi vida es mi futuro.

Decisión

Exprimir al límite mi minuto siguiente.

Decisiones

No te preocupes por acontecimientos que tendrán lugar en un plazo superior a tres semanas. Dentro de tres semanas tu vida puede cambiar completamente de rumbo.

Decisión

Vivir conlleva disfrutar.

Decisión

Desecha el aburrimiento y sonríe.

Decisión

La tristeza te hace valorar más cada momento feliz pero no abuses de la amargura, que te corroe las entrañas y  te destruye.

DECISIÓN

… AMA Y DÉJATE QUERER

lamentaciones y desahogos

Estoy agobiada. Algo estresada. Y desde luego, cansada. Quiero descansar. Quiero acabar ya, de una vez, con el **** trabajo de plástica. Y aún queda… en qué hora me hicieron coordinadora del Grupo de Trabajo.

raindrops keep falling on my head

Me asomo por la ventana buscando la inspiración y lo único que veo durante todo el día de hoy es lluvia. Una gota tras otra tras otra que no hacen sino empapar el suelo, que ya no se ve, ahora es un inmenso charco.

La gente dice que cuando está nublado tenemos «un día triste» pero a mi me parece que no. Me gusta la lluvia. Me relaja, me tranquiliza, me hace pensar y reflexionar.

La verdad es que ahora mismo pocas cosas importantes me rondan la cabeza, aunque tengo que recordar que debo llamar a la casera para pagarle el alquiler, que no acostumbro a tardar tanto en hacerlo y no quisiera que me llamase ella. Como decía, pocas cosas importantes me rondan la cabeza, pero aun así pienso. Pienso en los cumpleaños venideros de mis amigos, pienso en mis amigos en general, pienso qué haré para cenar y pienso cuándo me entrarán las ganas de irme a comprar. Pienso ideas, una tras otra, para comenzar a escribir un relato que no acaba nunca de ver la luz. Pienso en si acabaremos de una vez el material de plástica que hemos empezado. Pienso en cómo hacer para que mis críos comprendan que la capital provincial es la capital de una provincia y no Madrid, que es la capital del estado. Veo las fotos de mis crios antes de que yo llegara al centro y se me cae la baba de lo guapos que eran y lo salvajes que son ahora. Pienso en dónde dormiré por estas fechas dentro de un año. Pienso pienso pienso. Pienso en la lista de películas que me apetece ver. Pienso en dónde podré conseguir de una vez Confidencias de medianoche. Pienso en lo tremendamente friki que me dí cuenta el otro día que soy. Pienso en si estaré haciendo bien mi trabajo. Pienso en si podré encontrar la manera de mejorar mi tarea. Pienso en mil cosas. Pocas de ellas importantes. Quizá ninguna de ellas lo sea (estoy segura de que ninguna lo es)

Y todo eso, por las gotas de lluvia.

¿qué me pasa Doctor?

Mi primera incursión «real» en los videojuegos (toma paradoja) se produjo en Diciembre, cuando Flat me regaló una Nintendo DS.
La hora diaria, 7 horas semanales, 28 horas al mes, 56 horas al año en los que mis primas, mi hermana y yo jugamos al Sonic 1 y Sonic 3, y que por cierto nunca llegamos a pasarnos, no cuentan por lamentables.
De hecho, recuerdo que cuando mi prima se pasó la «Zona Marble» las cuatro empezamos a chillar de la emoción y mi padre se despertó de la siesta. Lástima que la pantalla de «La Cope» jamás nos la pasáramos.
(tengo que explicar que el Sonic no es de la COPE, es que nosotras lo bautizamos así por un cartelito que había escrito en la pantalla en cuestión)

El caso es que yo, en el campo de los videojuegos me considero bastante pato, ¡¡soy un desastre!!
Desde que me regalaron la NDS lo de jugar lo he llevado más o menos con cierta dignidad, esto quiere decir que no he hecho alardes de qué bien juego, pero tampoco me he quedado atrás, pero estos dos últimos días, yo no sé si será por el frío o porque he cambiado mi habitual tacita de café por un barril, me he trastornado.

Ahora mismo estoy jugando al Zelda y ayer me dió la histeria. Comencé a inmolar a mi personaje tirándole bombas encima. No es que me caiga mal ni nada, sino que no atino!! Es que no tengo puntería y las bombas que lanzo acaban en mi cabeza. Pero es que ayer fue lo más de lo más.
Resulta que comencé un juego de soldaditos. Sólo por probar. Pues cuando Flat me llamó por la noche a penas podía hablar con él porque estaba descojonada perdida muerta de risa. ¡¡soy tan mala que me entra la risa floja!!! ¡Pero a ver!!! ¿a quién se le ocurre ponerse en mitad de una plaza con tres alemanes apuntando con rifles y disparándote???? Pues a mi, claro. ¿¿y qué pasó? que me los cargué! Y vuelta al descojone. Lo mío anoche no fue normal revolcándome de la risa en el sofá mirando como mi soldado iba muriendo disparo a dìsparo.

Pero es que lo mejor fue un juego que descubrí de APRENDER JAPONÉS!!! y no es broma! Claro lo enchufé. Cuando salió la japonesa explicándome en inglés de qué iba el curso me puse a aplaudir como si fuera una foca amaestrada. Insisto, creo que es el café.

necesito comprensión….

Estaba en la cocina, dándoles vueltas en la sarten a los champiñones y a ésto cuando me ha venido un pensamiento terrible a la cabeza…

¡¡¡¡cuántos pitufos acaban de quedarse sin hogar!!!!!